sábado, 21 de mayo de 2011

El Laberinto del Fauno.

Fragmento.

"Hace muchos, muchos años, en un paìs muy lejano y triste; existía una enorme montaña de piedra negra y áspera; al caer la tarde en la cima de esa montaña, florecía todas las noches una rosa que tornaba a la inmortalidad; sin embargo, nadie se atrevía a acercarse a ella, pues sus numerosas espinas estaban envenenadas; entre los hombres solo se hablaba del miedo a la muerte y al dolor; pero nunca de la promesa de la inmortalidad y todas las tardes la rosa se marchitaba, sin poder otorgar sus dones a persona alguna, olvidada y perdida la cima de aquella montaña de piedra fría, sola hasta el fin de los tiempos..."