Un desamor sin amor; carta uno.
Para ti que nunca me leerás:
Te quise como hasta ahorita no he querido a nadie, y me
atrevo a decir que aún te quiero.
Me duele mucho que termináramos así, tan llenos de reclamos,
de mentiras y resentimientos. Me duele más sentir que fui algo pasajero,
alguien a quien usaste mientras recuperabas el amor de “aquella” con quien
estás ahora.
Tú me culpas a mí, yo te culpo a ti, pero lo cierto es que ambos
tenemos la culpa. Los dos fuimos y aún somos, estúpidos y cobardes.
Yo además soy egoísta, porque no quiero que seas feliz con
ella. Quiero que sufras lo que yo estoy sufriendo, que llores la mitad de lo
que yo he llorado y te arrepientas como yo me he arrepentido. Pero es todavía
más complicado que eso, porque también quiero que rías, que sonrías, como tanto
me gusta y me enamora. Que alguien cumpla tus caprichos y te den las buenas
noches, vaya, que seas feliz. Ni yo misma lo entiendo, soy contradictoria.
Supongo que por un lado te odio, yo, la mujer herida, quiero
verte sufrir, pero aún cuando me convierto en un mounstro resentido, contigo me
sigue ganando el cariño.
Dices que yo nunca te quise como tú a mí, y es verdad.
Amamos de maneras distintas, pero eso no significa que te amará en menor medida.
A veces creo que fui yo quien más quiso al otro. Yo no te cambié por nadie, yo te
respete y te fui fiel sin que tú me lo pidieras, pero tú me fallaste, me
cambiaste , seguiste con tus juegos y guardaste silencio, como si no importara.
Me he despedido tantas veces de ti, pero siempre encuentro
algo más que decirte. Nunca aprendí a decir adiós, y eso duele. Casi tanto como
quererte así como aún te quiero. Como imaginarte con alguien más, alguien que
no soy yo, y que no sabe lo que yo sé de ti.
Tú fuiste de ella, yo fui tuya, y tú volviste con ella y me
dejaste a mí con un amor sin dueño. Pero no te preocupes, te superaré con el
tiempo. Algún día tú recuerdo dejará de doler y seré feliz de nuevo. Feliz como
alguna vez lo fui sin ti. Antes de que llegarás a mi vida y creyera en tus “te
quiero”. Antes de extrañar tu sonrisa y
extraviar la mía. Antes de saber cuánto te quería.
Te digo “adiós” de nuevo, aunque mañana tal vez te escriba y
tu nunca llegues a leerme.
Pd: Te quiero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario